Comerciantes del Paseo del Padre insistieron con el reclamo ante el intendente Tamayo

Durante esta mañana, un grupo de artesanos y cabañeros que tenían sus puestos en el Paseo del Padre volvió a movilizarse en el centro de la ciudad. Esta vez, fue en el ingreso a la Municipalidad para pedir respuestas concretas de parte del intendente Sergio Tamayo.

Tras el incendio que se produjo a fines de agosto, los trabajadores fueron desalojados por la comuna a fin de realizar refacciones en el predio. Sin embargo, pasaron casi 100 días, y el lugar permanece exactamente igual.

A raíz de la falta de trabajos y certezas, durante esta semana los comerciantes decidieron protestar. Ayer fue en la intersección de Junín y Rivadavia, luego de que entregaran una nota a la intendencia.

Luis Azareño fue uno de los voceros que dio a conocer los días de incertidumbre y preocupación que atraviesan unas 80 familias, que actualmente se han instalado en diferentes arterias del microcentro para ofrecer sus productos.

“Necesitamos llevar el pan a nuestras casas”, expresó en declaraciones a los medios y transmitió que los principales puntos solicitados a Tamayo fueron “seguridad escrita” de que volverán a las cabañas y un espacio físico donde puedan comercializar hasta que finalice la reconstrucción.

Puntualizó que actualmente se sienten “abandonados” por el municipio y que están expuestos al mal olor, sol, inclemencias climáticas y hasta a hechos de inseguridad.

Azareño puntualizó en que advierten “indiferencia” de parte del jefe comunal y “estigmatización” por ser integrantes de otras comunidades. Y denunció “discriminación y actitud despótica”.

Por otro lado, puso en duda la primera hipótesis de que el incendio se produjo por una falla eléctrica. Argumentó que en el grupo hay trabajadores del rubro, quienes afirmaron que “no podría haber sido un corto circuito”.

Finalmente, contó que no tienen inconvenientes en abonar el uso de las cabañas como lo venían realizando. Precisó que mensualmente cada uno pagaba $1800.